AMENAZAS PARA LOS AVANCES EN LAS AGENDAS DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES Y LA IGUALDAD DE GÉNERO
La contribución de los movimientos feministas al ejercicio y garantía de los derechos de las mujeres ha sido una lucha histórica, con múltiples obstáculos, pero con logros fundamentales que han permitido que los derechos individuales, políticos, sociales, culturales y económicos puedan ser una realidad. Y aunque queda mucho camino por recorrer, en medio de sistemas patriarcales resistentes a la igualdad, sin la movilización permanente de las mujeres no hubiera sido posible.
Todos estos logros se están viendo comprometidos por los efectos colaterales de la crisis del coronavirus. La necesidad de responder de manera inmediata, el desconocimiento o la falta de compromiso por parte de los Estados a la generación de acciones por la igualdad, hace que los impactos de género no estén siendo tenidos en cuenta en la respuesta a la crisis generada por la COVID-19, lo que está teniendo consecuencias adversas para los derechos alcanzados e incrementando las distintas formas de violencia basada en género.
Reconociendo lo anterior y en medio de una crisis como la actual, donde los derechos de las mujeres se cuestionan y amenazan, resulta muy importante la articulación política del movimiento feminista alrededor del mundo, la cual permita diagnosticar la situación de las mujeres, reconocer las acciones desde la institucionalidad y el sector privado, asi como evaluar y fortalecer las herramientas y mecanismos de incidencia política
Este momento de pandemia exacerba las desigualdades preexistentes y a la vez visibiliza la importancia y contribución de la equidad de género a las sociedades modernas, como se describe a continuación.
Reducción de la participación política y la movilización social. “Lo personal es político” ha sido una de las banderas del feminismo, logrando permear y posicionar las luchas de las mujeres en espacios públicos y privados.
A pesar de ello, ONU Mujeres[1] expone que para febrero de 2019, sólo 24,3 % de altos puestos de decisión en los Estados están ocupados por mujeres, lo que significa que la proporción de mujeres ha aumentado muy lentamente desde 1995, cuando se situaba en un 11,3 % a nivel mundial.
En la actualidad, las medidas de confinamiento obligatorio han afectado los liderazgos locales y comunitarios de manera sustancial, afectando los avances ya ganados en los procesos de participación, tan vitales para las comunidades, y poniendo en riesgo la vida de las lideresas en países como Colombia, quedado más expuestas y vulnerables a los ataques de quienes quieren silenciar sus denuncias y el acompañamiento que hacen a las víctimas y
Precarización del trabajo remunerado, doméstico y de cuidado.
Una de las tantas luchas de los movimientos de mujeres y feministas ha sido el reconocimiento y valoración del trabajo de cuidados remunerado y no remunerado, el cual ha estado sistemáticamente invisibilizado y recargado, casi que exclusivamente, sobre las mujeres. Según Flores (2020) de CLACSO, la cuarentena ha cambiado el mundo del trabajo formal, porque nos ha llevado a nuevas formas de producción desde el teletrabajo y la virtualidad, pero no ha alterado la asignación a las mujeres del trabajo doméstico, reconociendo que en esta crisis sanitaria han aumentado significativamente las horas dedicadas a estas labores cotidianas y tan necesarias para la vida. No se puede negar, a partir de estos elementos, que el deterioro del trabajo doméstico es producto de una perspectiva neoliberal que ha concentrado la riqueza en pocas manos, y ha desconocido el aporte social del cuidado para el sostenimiento de la vida.
La crisis de los cuidados se agudiza en estos contextos y sus consecuencias se manifiestan fuertemente en el trabajo doméstico remunerado, sector en el que trabaja un 11,4% de las mujeres ocupadas en la región. Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un 77,5% de las personas que se dedican a esta labor se encuentran en la informalidad (OIT, 2016). La vulnerabilidad de las trabajadoras domésticas remuneradas en este contexto es producto de la ausencia de regulación, las menores probabilidades de ejercer su derecho a asociarse o a negociar colectivamente y la falta de valoración social de este tipo de trabajo en América Latina y el Caribe.
Afectación en la salud y derechos sexuales y reproductivos.El movimiento feminista ha luchado de manera insistente por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y a impulsar su capacidad de agencia y empoderamiento. Pero los avances en la salud sexual y reproductiva, y en los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres se están viendo afectados por la pandemia por COVID-19. El incremento de la violencia sexual, en su mayoría perpetrada por parte de integrantes de la familia en medio del confinamiento, y el aumento de las brechas de acceso a la información y acceso a la IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), hacen que la afectación y vulneración de los derechos de las mujeres y niñas sea muy alta.
El traslado de recursos puede trastocar servicios de salud clave para las mujeres y las niñas, como la salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar. Existe evidencia de un aumento en los embarazos adolescentes y en la mortalidad materna debido a la falta de recursos críticos en crisis similares.
Violencia de género
Los datos muestran que desde el estallido de la Covid-19, las denuncias por violencia de género, particularmente las de violencia doméstica, han aumentado considerablemente. El hecho de que las mujeres se encuentren en sus casas encerradas, facilita el control por parte del agresor, lo que demuestra con más contundencia, que nunca, que los actos de violencia que se ejercían y se ejercen sobre las mujeres, no eran ni son su responsabilidad, sino que responden a un sistema estructural, muy normalizado y arraigado.
Estamos convencidas que para avanzar es necesario que se reconozcan las causas estructurales de esta problemática social, y apuntarle a procesos pedagógicos, educativos, económicos, políticos y culturales que permitan prevenir la violencia machista y patriarcal, así como trabajar en el fortalecimiento de toda la institucionalidad que interviene en la ruta de atención a casos de violencia basada en género.
Fuentes bibliográficas
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45335/5/S2000261_es.pdf
https://www.france24.com/es/20200509-repunte-feminicidios-durante-pandemia-aislamiento-covid19